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Desinformación y Ataques Injustificados a la UDC y el IESM: La Verdad Sale a la Luz

Desinformación y Ataques Injustificados a la UDC y el IESM: La Verdad Sale a la Luz
  • Publicadoenero 6, 2025

Recientemente, Sandra Aguilera acusó sin fundamentos a la UDC y al IESM de estar bajo una alerta sanitaria de la Cofepris, lo que generó alarma y desinformación en la opinión pública. Sin embargo, tras un análisis detallado, se ha comprobado que la Cofepris no emitió ninguna alerta sanitaria oficial, sino únicamente un “aviso de riesgo”, una medida preventiva que no implica ninguna amenaza concreta para la salud de los pacientes. Este aviso no estuvo respaldado por pruebas, estadísticas ni casos confirmados, lo que invalida completamente las acusaciones realizadas.

Es importante hacer una clara distinción entre un “aviso de riesgo” y una “alerta sanitaria”. La alerta sanitaria se emite solo cuando existe una amenaza confirmada para la salud pública, mientras que el aviso de riesgo no implica un peligro inmediato y solo se utiliza como medida precautoria. En este caso, no hubo ningún dato que vinculara los egresados de la UDC o el IESM con situaciones de riesgo para la salud, lo que demuestra que las denuncias carecían de evidencia sólida.

Estas acusaciones sin sustento no solo han dañado la imagen de las instituciones, sino que también han vulnerado los derechos de los estudiantes y egresados, afectando su reputación sin motivo legítimo. Ante este ataque mediático, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) intervino, recomendando eliminar los nombres de las instituciones involucradas, al considerar que las acusaciones eran un acto de discriminación sin base legal.

Para defender su honor y el de sus egresados, tanto la UDC como el IESM han tomado acciones legales contra Sandra Aguilera por difamación y desinformación. Estas instituciones educativas han demostrado que cumplen con todos los requisitos legales y sanitarios establecidos, siendo respaldadas por autoridades de salud y educación. Las acusaciones infundadas no deben empañar la labor educativa de instituciones que forman a profesionales comprometidos con la calidad y ética en el ámbito de la salud.

Este caso resalta la importancia de verificar la información antes de difundirla, ya que la desinformación solo contribuye a generar caos y confusión. Las instituciones afectadas continúan enfocadas en la formación de médicos altamente capacitados, cumpliendo con todos los estándares legales y éticos para garantizar un futuro prometedor para sus estudiantes.

Patricio Mendoza.

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