Regulación de la Medicina Estética en México: Rol de COFEPRIS y el Sector Profesional
En México, la medicina y la cirugía estética son áreas en constante crecimiento que combinan avances tecnológicos con la creciente demanda de procedimientos enfocados en la mejora de la apariencia física. Este desarrollo ha generado atención regulatoria por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), cuya labor busca garantizar la seguridad de los pacientes y la legalidad de las prácticas en este campo.
La medicina estética, caracterizada por procedimientos no invasivos dirigidos a pacientes sanos, y la cirugía estética, que incluye intervenciones quirúrgicas más complejas, exigen preparación técnica y profesional. Instituciones como la Universidad del Conde (UDC) y la Institución de Estudios Superiores en Medicina (IESM) han diseñado programas académicos orientados a formar médicos generales y cirujanos en estas disciplinas, promoviendo estándares de calidad en el ejercicio profesional.
En los últimos años, COFEPRIS ha incrementado las inspecciones y medidas regulatorias, incluidas clausuras y sanciones, en clínicas y consultorios que ofrecen estos servicios. Según la institución, estas acciones buscan proteger a los pacientes y garantizar que las prácticas cumplan con los requisitos legales y sanitarios. Sin embargo, algunos profesionales han expresado inquietudes sobre el impacto de estas medidas en la práctica médica y el acceso a los servicios por parte de los pacientes.
El sector de la medicina estética tiene un crecimiento estimado del 12% anual, lo que refleja su dinamismo y relevancia económica. No obstante, este crecimiento plantea desafíos para equilibrar la innovación y la accesibilidad con las garantías de seguridad para los usuarios.
Las instituciones académicas y los profesionales han señalado la importancia de establecer un marco regulatorio claro, basado en evidencia y en colaboración con las autoridades sanitarias. Este enfoque, argumentan, permitiría fortalecer la confianza en el sector y garantizar el desarrollo de prácticas seguras, éticas y de calidad.
La interacción entre regulación y práctica profesional en la medicina estética representa un desafío continuo. La búsqueda de soluciones que equilibren la protección al paciente y el ejercicio responsable de los profesionales será clave para consolidar un sector seguro y sostenible en beneficio de todos.
Patricio Mendoza.